viernes, 26 de octubre de 2012

El gusto por lo efímero

Una de las cosas que siempre me ha fascinado hacer. Son tan efímeras... Es divertido ver cómo las pompas se mecen en el aire, es agradable hacer pompas recordando la niñez desde un balcón y observando cómo los transeúntes se preguntan de dónde vienen las pompas y por qué dejaron de hacerlas.


Y si no, mirad lo bien que se lo pasaba Hugo bajo la atenta mirada de Suzanne. La verdad es que el buen felino se estaba volviendo loco viendo cómo nosotras lanzábamos pompas de jabón al cielo danés.

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